miércoles, 18 de noviembre de 2009

Los rostros escondidos de las víctimas y victimarios a través de una misma palabra: “ODIO”… ¿Existirán los crímenes de amor…?

A veces las palabras confunden por su utilización. En esta semana se ha publicado la noticia de un asesinato a un joven homosexual que se prostituía en la zona de Caguas. El victimario lo asesinó y alega que después de requerir sus servicios como mujer prostituta, ya que estaba vestido de mujer, se percató de que era hombre y en ese momento, el jóven prostituto lo atacó y el “cliente” en “defensa propia”, lo asesinó. Bueno, esta defensa propia incluye el haber desmembrado el cadáver… Como defensa en su confesión, el asesino alega a la policía que el recuerdo de haber sido violado en la cárcel lo llevó a la locura de desmembrar el cadáver de la víctima.

La defensa del asesino implica “defensa propia” y “locura súbita”… Mientras tanto, el liderato de organizaciones que agrupan a homosexuales ha denunciado que esto se trata de un “crimen de odio”, y algunos políticos recuerdan que existe una ley que tipifica este tipo de crimen.

NO soy ni abogado, ni policía ni juez, ni he pertenecido a jurado alguno en mi vida. Así que debo aclarar que lo que conozco es lo que normalmente conocen las personas comunes y corrientes acerca de un asesinato. Lo primero que me dicta el sentido común es que un asesinato es en principio un acto de violencia. No todos los actos de violencia son asesinatos, pero todos los asesinatos son actos de violencia. En el sistema legal se ha clasificado los agravantes en asesinatos para dictar las penas. Para el sistema legal, no es lo mismo asesinar a un ladrón que entra en la casa ajena, a que el ladrón asesine a los dueños de la casa.

Sin embargo, una cosa es lo que se ve desde el exterior y otra lo que “motiva” el acto del asesinato. Las autoridades policiacas, de fiscalía y forense recopilan evidencia en la(s) escena(s) del crimen. A partir de esa evidencia se recrea el acto que pudiese explicar lo concretamente encontrado. En este caso, lo dicho por el asesino, según la policía, coincide con la(s) escena(s). Ahora se espera la etapa del juicio y tanto el asesino como la fiscalía buscarán entrar en asuntos de motivaciones.

Hasta aquí lo obvio...

El General del ejército Nazi Anton Dostler juzgado y condenado a muerte por crímenes de guerra, muere con el rostro tapado.


Lynndie England una de las torturadoras en la cárcel de Abu Ghraib en Bagdad, se burla frente a los rostros tapados de sus víctimas.


Ceremonia de una iniciación del Ku Klux Klan en el 1954, con sus rostros tapados.



Mi preocupación, después del acto consumado, es cómo cada sector social defiende o condena una u otra teoría de motivación en un asesinato que ninguno de los sectores ha cometido.

Puede que una mujer maltratada por su marido, el día que sospechaba que su marido la golpeara, lo espere cocinando, partiendo el pollo para el fricasé, y cuando el abusador llega le da un beso en la mejilla y le dice “¡Pollo! ¿Otra vez?”; entonces, ella, con cuchillo en mano, mirando la sangre de aquel pollo, reconoce que un ser vivo puede llegar a ser comida de otros, y recordó cuántos pollos muertos han pasado por su mano y se preguntó el porqué su abusador marido y otros maridos abusadores no desaparecen como aquel pollo, y recuerda todas las palizas que ha recibido por cocinar lo mismo, y después de esa reflexión decide clavarle el cuchillo a su marido por abusador…

Quizás, ESE día, el marido abusador estaba pensando que comió pollo en el almuerzo, y no que comió pollo en la casa dos días en esa semana y jamás se le ocurrió darle una paliza EN ESE MOMENTO... Quizás el marido abusador le reservaba una paliza a su esposa por otro motivo, más tarde en la noche, para después citarse con alguna prostituta...

¿Y si la esposa no lo asesinaba...? Quizás, si la esposa no lo mataba, aquel abusador esposo hubiera salido a buscar una prostituta y descubrió que no era mujer sino un hombre y en vez de pegarle a su esposa, asesinó al prostituto... Quizás, el marido abusador buscaba a alguien de la calle para desquitarse de quien fuera por alguna otra molestia, quizás con los homosexuales, y buscó a un prostituto homosexual para matarlo...

En esta HIPOTÉTICA historia de quizaces, ¿dónde está el amor...?; ¿dónde está el odio...?

Nadie dudaría que aquella era una mujer abusada. Pero, ¿cómo se explican las motivaciones si sólo el asesino conoce lo que pasó por su mente? Entonces, ¿qué dirán los grupos que condenan la violencia doméstica…? ¿Qué dirán los machos que sostienen que a la mujer se le “adiestra” a golpes…? Ni unos ni otros saben lo que pasó por la mente de una u otra persona. Es decir, el detectar las motivaciones de un asesinato es una tarea de estudio y aún después de ese estudio lo que se plantean son HIPÓTESIS acerca del pensamiento de uno o del otro.

Lo peor de todo es el vocabulario que se utiliza para explicar los eventos, y que a veces los medios de comunicación se hacen cómplices de esta falsa divulgación, y me refiero al término “crimen de odio” para describir ciertos actos de violencia abusiva en contra de otros. EL ABUSO SIEMPRE ESTÁ GUIADO POR EL ODIO… El ODIO es el gestor de toda acción de destrucción contra el prójimo. Los abusos, ninguno de ellos, puede describirse como un acto de AMOR… Y el abuso lleva en su raíz el DISCRIMEN, ya que el victimario se siente superior a la víctima, SIEMPRE…

Todos los abusos, incluyendo el asesinato, deben ser condenados y combatidos, PERO, ninguno de ellos debe eximirse del apellido de “ODIO”. Las etiquetas a veces pretenden agravar unos actos frente a otros, como aquella de “CRIMEN PASIONAL”… ¿Qué carajos quiere decir esto?; ¿que algunos crimenes NO implican “pasión”?; ¿que al asesinar no existe la pasión?; ¿que existen criminales que matan friamente y esto los hace distintos a los criminales que matan “pasionalmente”...?; ¿que se puede matar “pasionalmente” a alguien por un “corajito”?

Si a mí me preguntan, yo no querría estar al lado de un asesino “pasional” ni al lado de un asesino “frío” cuando decidan consumar mi asesinato…

En el marco legal, ¿cómo las cortes nazis juzgarían el genocidio de los judíos?; ¿cómo las cortes de USA debieron juzgar el exterminio de los indígenas? En cierto sentido, las cortes se alían al ODIO conveniente dentro algunas esferas del poder que dominan el Estado, cualquier Estado, hasta el genocidio que dirigió Stalin, bautizado así por algunos desde el panfletario argumento de “dictadura del proletariado” asumida por Karl Marx. Cada cual ETIQUETA los crímenes de asesinato como mejor le conviene para agravar o minimizar el abuso, para justificar sus cruzadas, o para condenar las cruzadas de otros… A veces, el Estado dirige el ODIO hacia unos sectores, para alejar a otros del odio que se merecen por mal gobernar... para alejar a TODOS del odio obvio que provoca el abuso del poder del Estado...

Los leguleyos han clasificado cada crimen de asesinato, como si construyeran un colmado con pasillos de productos de defensas y condenas… ¡Compren la que más le guste para tal o cual cliente...! En la “formalidad” del lenguaje adecuado, le mentan a los “crímenes de odio” como “bias-motivated crimes”… ¿BIAS…? El vocabulario que aprendí en mis clases de Estadísticas ahora invade el contexto criminal… El “bias” puede ser producto de un criterio que no es metódico porque se dirige a un sector poblacional más que al otro. Y en el mundo de los asesinos, el victimario siempre mata a una persona que tiene unas características que para este lo hacen inferior; o sea, SIEMPRE verán “viciadamente” al asesinado porque ESE VICIO, ESA MANERA TORCIDA DE VER EL MUNDO, JUSTIFICA SU ABUSO…

A la hora de la verdad, NADIE asesina por amor… Nadie abusa por amor… Aunque a víctimas o a victimarios les quieran tapar sus rostros… con bolsas, máscaras, capuchas o palabras… Unos abusan tapando sus caras y otros abusan tapando sus propios rostros; y las máscaras tratan de esconder su ODIO… ¿Se abusará del otro “por amor”...? ¿Existirán los crímenes de amor...?

1 comentario:

Prometeo dijo...

NO puede haber amor en ningún acto que implique el hacer daño a otro ser viviente. Este señor que mató al muchacho esá verdaderamente enfermo. El argumento de defensa personal se caerá por el hecho de que cortó a la víctima. Es terrible, nuestro país está cada día más violento. Dios nos guarde.

Adelante y éxito.