jueves, 29 de enero de 2009

¿Qué haremos los maestros que reconocemos nuestra locura?



A un legislador se le ocurrió revisar el grado de locura de los maestros… bajo el proyecto de la Cámara número 84 de enero de 2009. Escribió el representante Rolando Crespo Arroyo:

La evaluación psicológica ha sido definida como la medida de algunos aspectos del comportamiento humano por medio de pruebas objetivas (test) que exigen contenidos cuidadosamente seleccionados y métodos de actuación e interpretación rigurosos. Los contenidos de estas pruebas pueden hacer referencia a cualquier aspecto del funcionamiento psíquico, incluyendo los rasgos de personalidad, las actitudes, la inteligencia y otros aspectos de índole emocional.


La enmienda a la Ley Orgánica o Ley 149 de 1999, rezaría en parte de la siguienta manera:

Los aspirantes tomarán una prueba psicológica administrada por el propio Departamento de Educación Pública, con el fin de identificar sus aptutudes psicológicas para ejercer como maestros. Se creará un panel de (3) tres psicólogos, miembros de la Asociación de Psicólogos en Puerto Rico, contratados por el Secretario. Además, promulgará las normas que regirán la preparación y administración de las pruebas, Las puntuaciones de las mismas se tomarán en cuenta a efectos de asignar turnos en los registros de elegibles.


Lo más peligroso de este asunto es que el patrono tendría el control de los aspectos de la psiquis que desee evaluar de los posibles maestros contratados. Es decir, el patrono tendría un perfil psicológico de sus empleados y ningún empleado tendría el “beneficio” de tener a la mano el perfil psicológico de quien lo contrata… En última instancia, ¿quién es el “patrono” del maestro en una institución pública…? ¿Quién o quiénes tendrían acceso a los resultados de las pruebas psicológicas del maestro? En última instancia, ¿a quién carajos se le ocurre tener el perfil psicológico de su plantilla de empleados?

Peor, Crespo Arroyo señala que el Estado puede tomar nota de CUALQUIER aspecto del funcionamiento psíquico, es decir, podría incluir hasta los relacionados con el pensamiento sexual, o posturas del maestro frente a la autoridad que implica el aspecto político y de lucha obrera.

Veamos todo lo que puede incluir la “evaluación” de los rasgos de personalidad:

RESERVADO: Serio, prudente, crítico;
ABIERTO: afectuoso, comunicativo, participativo;
AFECTADO SENTIMIENTOS: turbable, poco estable;
EMOCIONALMENTE ESTABLE: tranquilo, maduro, afronta la realidad;
CALMOSO: poco expresivo, poco activo, cautela;
EXCITABLE: impaciente, exigente, hiperactivo;
SUMISO: obediente, dócil, cede don facilidad;
DOMINANTE: agresivo, obstinado, autoritario;
SOBRIO: prudente, serio, austero;
ENTUSIASTA: animado, impetuoso;
DESPREOCUPADO: tranquilo, flemático, sin preocupaciones;
CONSCIENTE: con juicio, perseverante, sujeto a normas;
COHIBIDO: tímido, sensible a la amenaza;
EMPRENDEDOR: socialmente atrevido, decidido;
SENSIBILIDAD DURA: realista, confía en sí mismo;
SENSIBLE: impresionable, dependiente;
SEGURO: activo, le gusta la actividad en grupo, vigoroso;
DUBITATIVO: dudoso, reservado, individualista;
SERENO: apacible, seguro de sí mismo, confiado;
APRENSIVO: inseguro, preocupado;
SOCIABLE: atento, buen compañero;
AUTOSUFICIENTE: lleno de recursos, prefiere tomar sus decisiones;
POCO INTEGRADO: sigue sus propias necesidades, descuida las normas sociales;
INTEGRADO: autodisciplinado, control de su imagen;
RELAJADO: tranquilo, sosegado, tolerante;
TENSO: inquieto, rígido.


Además, la legislación pretende incluir aspectos de la “inteligencia”, que al final de cuentas se utilizarán como criterios para las LISTAS DE TURNO… ¿Qué pasará si algún maestro demuestra tener más inteligencia que sus superiores? ¿Lo promoverán en el empleo…? Claro que NO. Aquí el patrono desea ver cuán inteligente es su empleado, pero jamás permitirá que su puesto peligre y menos por personas más inteligentes que los que están en altos puestos del gobierno. Para estas batatas políticas, JAMÁS habrán pruebas de “inteligencia” ni tan siquiera pondrán como requisito su capacidad intelectual para ocupar un puesto electivo.

Por otro lado, ¿cómo es posible CUANTIFICAR los “rasgos de personalidad” para luego utilizar estas PUNTUACIONES en un registro donde se ordenan los profesores a partir de su “cualidades” como criterios de prioridad en el empleo? ¿Qué puntuaciones se le dará a un maestro “SERENO” frente a otro maestro “EMPRENDEDOR”…? ¿o frente a uno “SUMISO”…?

Pero, ¿por qué la legislatura desea evaluar la psiquis del maestro a través de estas pruebas psicológicas? Esto NO es accidental. Existe un plan de un sector de poder para entregarle las escuelas públicas a instituciones religiosas por el mecanismo de escuelas “charter”. Como parte de este plan, quieren entregarle a los empresarios escolares “religiosos”, que tienen sus escuelas al punto de la quiebra, unos mecanismos para rechazar solapadamente a maestros con la excusa de que no están capacitados “psicológicamente”, cuando en la realidad lo que quieren es justificar sus premisas dogmáticas a la hora de contratar maestros…

TODOS los empleados públicos deben estar atentos a este tipo de legislación que tiene el vicio de dañar derechos humanos, como el de la privacidad. Mi psiquis me pertenece y yo decido quiénes son los profesionales que me diagnosticarán, en el caso de que tenga la inquietud de conocerme más a fondo…

Después de todo, si reconozco que en este mundo la “normalidad” es el desquicio y declararse cuerdo es un locura, ¿qué haremos los maestros que reconocemos esa locura…?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no creo que el objetivo de esa propuesta de ley sea medir cuán locos dejó a los maestros la administración Aragunde-AAV...

Fuera de bromas, esta legislación es inadmisible toda vez que la van a usar para alterar los turnos de los maestros, que ya de por sí los requerimientos están sumamente difíciles al punto de que hay que poner exactamente la escuela a la cual se solicita traslado o reubicación en la lista de turnos. Esta propuesta legislación es otro abuso mas contra los maestros.

Elco Lao dijo...

Tres Pasitos:

Víctor García San Inocencio presentó un proyecto de ley QUE FUE APROBADO para que cada escuela tuviese un sicólogo escolar. ¿Dónde están estos psicólogos...?

A los maestros se les obliga a tomarse pruebas de dopaje... ¿Quiénes obligan a los estudiantes a hacerse esas pruebas, aún cuando el maestro observe que su comportamiento no es normal, como aquel que entra gritando y brincando por los asientos, o aquel que tiene los párpados caídos en un "down"...?

Reconozco que existen maestros que no están capacitados para trabajar con estudiantes. Pero, NO debemos aceptar una prueba psicológica que invade unos espacios de intimidad de los maestros, mientras existe un estudiantado que pide a gritos una ayuda sicológica...

En el contexto de salud mental y prevención, los maestros NO somos los únicos afectados por los asuntos de la psiquis... El asunto de "sanación" mental es más complejo que una prueba sicológica a un sector de la comunidad escolar.

Si pruebas como la de dopaje se le suministran desde el más alto nivel, gobernadores, legisladores, jefes de agencia, hasta los estudiantes, estoy de acuerdo con un enfoque de salubridad. Pero, si las pruebas van a ser exclusivas para los maestros mientras se acepta que los demás funcionarios escolares y estudiantes NO serán sometidos a esas mismas pruebas, se parte de la premisa de que los maestros somos los que creamos los problemas en las escuelas...

Gracias por su visita y comentarios...

Anónimo dijo...

Una Excelente Reflexión, Jeanette

Elco Lao dijo...

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