Adios a Fiquito Yunqué: Hasta nuncus, furibundus coprófagus. (Hasta nunca, furibundo coprófago).

El 22 de junio de 2008 recibí una comunicación que decía:

Elco:

Como sigamos con pendejadas como quién escribe mejor y matar al mensajero antes que el mensaje, el muerto en la funeraria va a ser el movimiento independentista de Puerto Rico. Y ese muerto no lo cargo yo... que lo cargue el que lo mató.

Dije bien claro en mi columna que me tienen en Modo Cinco cosas como esta. Y sigo sinco. Porque Sin Cojones me tienen reaccioncitas como esta.

Sinceramente,
Fico

Esta fue la reacción de un escritor que fungía como una especie de cómico del escribir que utilizaba el seudónimo de Fiquito Yunqué… a una carta que le envié donde reflexionaba acerca del concepto que él presentó como la “ortodoxia” en el independentismo…

El fantoche reaccionó como todo un esquizofrénico, tal como titulaba su columna del semanario de la Nación puertorriqueña “Claridad”: “Me mudo a la esquizofrenia…” Así, el escritor se convirtió en el “personaje” que él mismo inventó, como si el escritor de Doña Bárbara se convirtiera en Doña Bárbara… en su caso, demostró tener la esquizofrenia que él decía utilizar como gancho para sus parodias…

Pero, no escribo todo esto para quejarme por segunda vez… ni para subrayar que cuando trataba de leer su columna, eran tantas las incongruencias, que en muy raras ocasiones yo podía terminar de leerlas hasta el final… hasta esta última, que logró arrancarme todas las carcajadas que jamás hubiese sospechado me provocaría su escritura: FIQUITO SE DESPIDIÓ…

Y para hacerlo como todo un esquizofrénico, agradeció a los MUCHOS que lo felicitaban por su columna (cosa que me parece muy rara en las personas que utilizamos un seudónimo), y se quejó de los pocos que lo criticaron… vean esta joya de párrafo:

La retroalimentación que me llegó a mí, al menos, sobre esta columna, ha sido abrumadoramente positiva. Aparte de literalmente cuatro gatos con agenda propia, muchos de ustedes –tantos que hasta la cuenta uno pierde- me han demostrado su solidaridad, felicitándome tanto por correo electrónico, en foros de Internet, y en la ocasional carta enviada a la redacción del semanario. Hasta desde cárceles me han escrito. En algunos círculos donde a veces meto la cuchara, y donde la identidad doble del Fico no es tan secreta como parece (como en los conciertos de Calle 13 o de los JotaBés), algunos lo han hecho personalmente o por teléfono. He llegado a tener un grupo sólido de –huy, mala palabra- fanáticos, verdaderamente fiel. A todos ellos, muchísimas gracias.

Ahora, ¿cómo creen que sustenta la “mayoría” que le admira en el próximo párrafo…? Dice este esquizofrénico:

Desde luego, habrá su lambetuerca que detesta lo que uno escribe, lo que creo que ocurre nueve de cada diez veces porque se dan por aludidos en alguna columna. Casi siempre las críticas que nos han llegado hasta ahora tienen más que ver con alguna apreciación personal que tengan sobre la cual Fiquito rompió su molde mental. Casi siempre se trata de gente que pretende que uno luzca, actúe, suene, diga, o piense como ellos. La Perse continúa, desde luego, y ahora más con Pepe Spray de superintendente. Les hablo de eso en un rato.

O sea, después que habla de que la “mayoría” lo admira, reconoce que “NUEVE DE CADA DIEZ” son lambetuercas que detestan lo que él escribe… Según el conocimiento de cualquiera que sepa lo básico en la Aritmética, “NUEVE DE CADA DIEZ” significa un 90%, que es lo mismo que la mayoría lo detestan… ¿En qué quedamos…?; ¿la mayoría lo admira? o; ¿la mayoría lo detesta?

Eso no es ni tan siquiera buen humor sino que demuestra cómo el periódico “Claridad” se ha rebajado tanto al permitirle publicar 98 columnas, según el conteo de Fiquito, o sea, un martirio al que “Claridad” ha sometido a sus lectores durante 98 semanas… Eso es tan malo como la pasada campaña del semanario a favor de Aníbal Acevedo Vilá, el candidato del partido que impulsa la colonia, el PPD…

Fiquito jamás llenó el espacio que tuvo Fernando Clemente en “Claridad”, y en la red jamás podrá llegarle a los talones a el primer periódico cibernético de parodia política, llamado “El Ñame”… Fiquito, además de mudarse a la esquizofrenia, se muda de “Claridad”… ¿a dónde…? Quizás se convierta en bloguero…

Sin embargo, como en todos los sitios, al igual que existen “cuerdos” mediocres y “cuerdos” genios, también existen existen esquizofrénicos mediocres y esquizofrénicos genios. Por eso, si tengo que escoger la esquizofrenia, me quedo con Vincent Van Gogh.