“Lo otro es, y para esto tendremos que llegar a unos acuerdos con las universidades, que la población estudiantil de ahora es muy diferente y los maestros tienen que ser guardias, consejeros, árbitros de peleas, trabajadores sociales, un montón de tareas que el maestro no tuvo antes. Las universidades tienen que prepararnos a esos maestros para que puedan trabajar con esas situaciones.”
Los maestros tienen que ser:
1. guardias;
2. consejeros;
3. árbitros de peleas;
4. trabajadores sociales.
Las preguntas que uno se debe hacer son:
1. ¿existen guardias en las escuelas…?;
2. ¿existen consejeros en las escuelas…?;
3. ¿existen árbitros de peleas en las escuelas…?;
4. ¿existen trabajadores sociales en las escuelas…?
Obviamente, no existen árbitros de peleas en las escuelas, pero sospecho que Chardón quiso decir “mediadores de conflictos”… En este caso, son los trabajadores sociales los que deberían tener estas destrezas, pero además de ellos, los psicólogos escolares tienen un peritaje mayor en esa área, y en ese caso, NO existe ese personal en las escuelas.
Acerca de los otros tres, los guardias escolares, los consejeros y, los trabajadores sociales, estos pertenecen al personal que se supone esté nombrado en las escuelas… Entonces, ¿para qué Chardón “necesita” que los maestros sutituyan a este personal…?
Y aquí es que viene mi hipótesis: Chardón no sabe de qué carajos se trata la tarea educativa… Así de sencillo…
Al maestro NO se le debe cargar de tantas tareas porque a la larga, se convierte en una especie de “sustituto” de las figuras paternas, y entonces el magisterio sólo llamará a personas enfermas que tengan una necesidad psicológica de “criar” niños, y el énfasis de la ACADEMIA desaparecerá… Este es el problema mayor en las escuela: por años, el sistema de educación pública ha pretendido que los maestros sean unos “criadores” y “cuidadores” de niños. A esta “imagen” de lo que debe ser un maestro se atan los políticos de turno, secretarios de educación, directores de regiones educativas, superintendentes de distrito y, directores escolares.
Si alguien tiene la oportunidad de acudir a las distintas reuniones de facultad a las que citan los directores escolares u otros supervisores, y logran contar las veces en las que se tratan asuntos ACADÉMICOS, se llevará la gran sorpresa de que no llegan ni al 20% del tiempo dedicado a este tema… Estos supervisores llevan temas que invaden la periferia de lo académico y mucho menos tratan los asuntos de práctica pedagógica porque han eliminado muchos de los puestos de supervisores de materia y cuando los nombran, estos supervisores de materia se allanan a las directrices de los directores escolares y superintendentes de distritos.
Entonces, Chardón se queja:
“Hoy estuve en la segunda reunión para discutir los cambios de las certificaciones. Ahora vamos a ser más exigentes. Hablé con la gente del College Board y me explicaron que un estudiante (aspirante a maestro) puede pasar el examen de certificación sin pasar una sola pregunta de geometría y terminan enseñando la materia.”
¿Cómo carajos se va a atender las destrezas de los nuevos maestros si a través de su vida educativa, la escuela se dedicó primordialmente a “cuidarlos” más que a EDUCARLOS…?
Peor, Chardón, quien fuera secretario de educación hace más de treinta años atrás, todavía quiere que el maestro le quite mayor tiempo a la ACADEMIA y se preocupe además por vigilar a los estudiantes, por evitar que sus estudiantes se agredan y si lo hacen que sirvan de “árbitros de pelea”, por aconsejarlos a cómo manejar su vida, y por cuál carrera debe dirigir su futuro…
Y a la larga, si un maestro hace todo eso, ¿qué hará el estudiante cuando salga del salón…? ¿Tomar las clases en sus casas…? Si la escuela aspira a sustituir los hogares, ¿quiénes se dedicarán a la ACADEMIA…? ¿los padres…? ¿Cuál universidad puede educar a los nuevos maestros si tenemos varias generaciones de estudiantes que han vivido en una escuela maternalista y paternalista, en vez de una escuela que eduque en la ACADEMIA…?
¿Qué le pasa a un maestro que decide evaluar justamente a sus estudiantes y se da cuenta que un estudiante no domina las destrezas básicas de geometría…? ¿Lo apoya la administración escolar por ser justo?; ¿o lo castiga…? ¿Cómo es posible que Chardón mencione que un aspirante al magisterio no sepa un problema de Geometría y no cuestione cómo el sistema de educación pública lo graduó de 12mo grado?; ¿o de 9no grado?; ¿o de 6to grado…? ¿Cómo es posible que Chardón busque respuestas en los exámenes de “College Board” que certifican a maestros y cuando se trata de las pruebas puertorriqueñas, donde los estudiantes supuestamente deben demostrar su conocimiento en el grado, fracasan y a pesar de esto son promovidos de grado…?
Estas preguntas no son tan complicadas, ni para hacerlas, ni para contestarlas… En su conjunto resumen la gestión de un inepto que asume la dirección del Departamento de Educación, como otros pasados ineptos que han asumido un cargo que les queda demasiado grande… un inepto para evaluar tanto a estudiantes como a maestros, como al otro personal de apoyo y administrativo…
Me pregunto si algún reportero se atrevería en la próxima conferencia de prensa preguntarle a Chardón si puede explicar el Teorema de Pitágoras, o cómo se determina el área o el perímetro de un triángulo, o cómo se determina la medida de una circunferencia dado el diámetro, o su área, o cómo se determina el volúmen de un cilindro… ¿Por qué los periodistas, en vez de hacerles las acostumbradas preguntas a Chardón, no le hacen preguntas BÁSICAS acerca de las materias de Matemáticas, de Inglés o de Español…?; ¿o de hacerle alguna pregunta de métodos de enseñanza...?; ¿o de hacerle una pregunta de evaluación del aprovechamiento escolar?
¡Si los periodistas se atrevieran…!