
La educación “liberadora” viabiliza, forma el camino de dos carriles, entre la tesis y la antítesis, para formar una síntesis… Por esto, el educador, si quiere asumir el rol de “liberación”, tiene que estudiar quién es el educando, cómo elabora su imaginario, para captarlo y a partir de esa captación, iniciar el camino hacia el educando y hacerse entender. Es decir, el educador NO se puede hacer entender, si antes no conoce al educando.
Según Paulo Freire: “El punto de partida de la educación está en el contexto cultural, ideológico, político y social de los educandos.”
Dice Freire: “La práctica educativa es siempre una cierta teoría del conocimiento puesta en práctica.” En este sentido, el educador se ve obligado a estudiar lo epistemológico en el otro y en él… si quiere educar en la libertad.
POSDATA:
Para todos aquellos maestros entregados, aquí les dedico en su día, el video de un Maestro que trabaja las 24 horas del día… aún en el día del maestro…