martes, 28 de diciembre de 2010

El “Efecto Lucifer” y la “Doctrina del Shock” se combaten rompiendo el silencio…

Una persona en un puesto de poder le dice a sus subalternos cómo tratar a las personas que están bajo su tutela:

Pueden producir en los prisioneros que sientan aburrimiento, miedo hasta cierto punto, pueden crear una noción de arbitrariedad y de que su vida está totalmente controlada por nosotros, por el sistema, ustedes, yo, y de que no tendrán privacidad... Vamos a despojarles de su individualidad de varias formas. En general todo esto conduce a un sentimiento de impotencia. Es decir, en esta situación tendremos todo el poder y ellos no tendrán ninguno.

Estas instrucciones fueron dadas por el psicólogo Philip Zimbardo a unos sujetos de un experimento en el año 1963, subvencionado por la Armada de los USA, y se conoce como “El experimento de la cárcel de Stanford”, que se supone durara unas dos semanas. pero fue suspendido en el sexto día por el descontrol en el maltrato que mostraron los sujetos del experimento.

La crítica entre los psicólogos se dirigió al método que fue calificado por algunos como antiético, y por esto cuestionaron sus hallazgos. Sin embargo, las recientes noticias de prisioneros en Abu Ghraib señalan al asunto del poder del carcelero sobre los prisioneros en el contexto de cederle el poder absoluto a los que dominan la cárcel.

Philip Zimbardo llegó a ser posteriormente el presidente de la Asociación Norteamericana de Psicología en el año 2002, y a sus hallazgos los calificó como “El Efecto Lucifer”, que en YouTube se presenta desde la Parte 1, hasta la Parte 11.

Zimbardo define el mal (evil) de la siguiente manera:

El EJERCICIO DEL PODER para dañar (psicológicamente), herir (físicamente) y/o, destruir (mortalmente) y ejecutar crímenes contra la humanidad.

Zimbardo explica para “Democracy Now” que la maldad (evil) se asienta en las instituciones que la respaldan, que muchas veces la maldad se ejerce desde la licencia que le da al individuo las personas con poder, y repasa “El experimento de la cárcel de Stanford”…


Para Philip Zimbardo, el mal se combate cuando asumimos el comportamiento del héroe.

Dijo una periodista canadiense:

Saber cómo funciona el shock puede ayudar a blindarnos contra él. Cuando un prisionero sabe cómo funciona el shock como técnica de interrogatorio, puede resistir estos métodos. Y considero que esto mismo puede aplicarse a gran escala. Aquellas sociedades que han aprendido de sus traumas pasados (y muchas sociedades latinoamericanas entran en esta categoría) son más resistentes al shock y resulta más difícil explotarlas en momentos de trauma.

Se trata de la periodista Naomi Klein, quien definió la “Doctrina del Shok”:


¿A qué viene todo esto en una reflexión casi al final del año…? Visitaba en la red a antiguos amigos, personas que conocí de muchacho, hasta en la Iglesia, y entre ellos me llamó la atención algunas personas que creía en aquella época como gente “buena”, pero que recientemente o en el reciente pasado han estado o estuvieron muy cercanas a puestos de poder en el gobierno. Me entristecía el cómo estas personas se transformaron en marionetas del sistema al punto que se prestaron como cómplices en la agenda de represión gubernamental.

Para darles un simple ejemplo, el de una profesora que trabajaba para la administración del secretario Rafael Aragunde bajo el pasado mandato de Aníbal Acevedo Vilá, que se quejaba de una maestra que faltaba mucho a su trabajo. Admitió que esa maestra no faltaba mucho en sus veintitantos años de servicio, casi treinta, hasta que la atacó un cáncer, y afirmaba que la enferma tenía el deber de renunciar a su trabajo, y a sus derechos de retirada, porque esa enfermedad afectaba al servicio educativo de sus estudiantes.

Jamás hubiese imaginado que la muchacha que yo conocí hace unos años atrás diría tal diparate, menos cuando se pintaba como una “independentista” que amaba a su “patria”… Y la cantidad de “independentistas” que sabía trabajaban para Aragunde y seguían aquel escenario “intelectual” de imponer la “eficiencia” a un alto costo de represión sobre empleados buenos con el fin de dar un escarmiento a los demás, me escandalizaba mucho más…

No me extraña entonces verlo ahora en la escalada del gobierno de Fortuño que continuó con el camino que le señalaban los expertos de Wall Street a Jorge Silva Puras en la pasada administración de Aníbal Acevedo Vilá. Sin embargo, estamos expuestos a las caras de los puertorriqueños que infligen daño social, económico y político desde sus puestos, pero olvidamos bajo qué régimen vivimos: el COLONIAL. En este sentido, la Metrópoli ejerce el poder desde su invisibilidad, como aquel que supervisa a los carceleros y no se deja ver por los prisioneros.

Después de tantos golpes, ¿se puede culpar al pueblo por su cansancio…? Observé con mucha esperanza la entrevista que le hiciera el programa “Piedra, papel y tijera” al periodista chileno radicado por muchos años en Puerto Rico, Carlos Weber, quien fuera una de los millones de víctimas de la “Operación Cóndor” y ahora rompe el silencio. Afirma Weber que aspira a un mejor Puerto Rico para sus hijos, que nacieron en el país que lo acogió…

10 comentarios:

tres pasitos dijo...

Sr. Elco Lao:

Gracias por esta reflexión. Ciertamente las representaciones, las imágenes de la maldad se están manifestando con mucha frecuencia en los últimos años, desde el director malvado y abusador en nuestras escuelas hasta los altos funcionarios gubernamentales como la Gata Persa, con el aval "legal" de las tres Ramas. Lo peor de todo, como Ud. bien señala, es que amigos de antaño se prestan a colaborar con los malvados por unas pesetas. Estamos viviendo en unos tiempos verdaderamente calamitosos donde hay que responder de manera adecuada a la institucionalidad de la maldad. Que el nuevo año nos dé salud y fuerza para continuar el trabajo laborante, filibustero, separatista, o de otra manera disidente y resistente.

Borincano dijo...

Excelente entrevista. Poco se habla de ese momento definitorio, donde los puertorriqueños soberanos como iguales, nos sentemos a negociar lo que será nuestra estructura política y social. Un tema que debe formar parte de nuestro diálogo presente pues cada vez se ve más cercano el día que respiremos el aire de una patria libre.

Kofla Olivieri dijo...

Interesante el escrito. Se que lo que voy a decir es un poco diferente al tema que mencionas, pero para mi si tiene que ver y me va a ayudar a hacer un escrito que hace tiempo no encuentro por donde empezar.

Cuando mencionas "las caras de los puertorriqueños que infligen daño socail y politico en sus puestos" me recordo una mala experiencia que tuve en el 2006 cuando trate de buscar trabajo en la isla.

En estos dias leyendo a Jay y otros hablando de los muchos puertorriqueños que abandonan la isla he decido presentar la otra moneda, la de nosotros los puertoriqueños con educacion que deseamos regresar y nuestro mismo pueblo nos cierra las puertas. Perdona que te cambie el tema de tu escrito. Saludos.

Elco Lao dijo...

Tres Pasitos:

Dices muy bien cuando deseas “salud y fuerza”… A los que pertenecemos a la época de los “baby-boomers”, llegamos a una edad donde nuestra mayor debilidad es una vejez que se acerca con enfermedades y debilidad. Añado a tu petición el deseo de una sociedad con jóvenes valientes y heroicos.

Elco Lao dijo...

Borincano:

Carlos Weber nos habla de sentarnos para dialogar, pero acentúa que antes de ese momento vendrá otro de CONFRONTACIÓN, de CHOQUE, de GOLPE… Creo que todavía no hemos llegado a esa CONFRONTACIÓN sino que estamos en una “garata” constante donde los poderosos permiten “que se hable”, como cuando se le habla al viento y nadie responde a nuestro auxilio. Sólo mira el ejemplo de la crisis en la UPR…

El día que los puertorriqueños se cansen de este “diálogo” de hipócritas, el día que la justicia se tenga que IMPONER A COSTA DE LAS VIDAS EN SACRIFICIO, sólo ese día comenzará la VERDADERA CONFRONTACIÓN, y su inmediata consecuencia: LA GUERRA… Luego de esto, vendrá entonces el DIÁLOGO…

Elco Lao dijo...

Kofla:

El asunto de los puertorriqueños y cómo los de “aquí” tratan a los de “allá” lo discutí en parte cuando Obama nombró a la jueza puertorriqueña Sonia Sotomayor al tribunal supremo de USA, que resultó en un gran debate en la sección de COMENTARIOS…

1. La otredad del puertorriqueño: ¿Quiénes no son de aquí…? - Parte I
2. La otredad del puertorriqueño: ¿Quiénes no son de aquí…? - Parte II
3. La otredad del puertorriqueño: ¿Quiénes no son de aquí…? - Parte III
4. La otredad del puertorriqueño: ¿Quiénes no son de aquí…? - Parte IV

Discutimos tantas cosas que pienso se debería escribir un libro que tratara este asunto desde distintas perspectivas. Por mi parte, señalo que esta Patria es de quien la afirme, esté “allá” o “acá”, mas no le pertenece al que la niegue, esté “allá” o “acá”…

Puertorriqueños como Fortuño no deberían tener trabajo “AQUÍ”, en Puerto Rico, y puertorriqueños como Sonia Sotomayor deberían mudarse para trabajar “AQUÍ” y afirmar la nueva Patria…

Unknown dijo...

Buena reflexión, hay que entender como funciona la mente y como se puede llegar a tales barbaridades para evitarlas. Es como el borracho que guía porque se cree que a él no le aplica eso de los reflejos lentos.
Me pregunto hasta que punto algunas personas se niegan a considerar este tipo de evidencia por eso de que tienen libre albedrío y que son dueños de sus acciones. Se creen que esto los inmuniza a repetir lo que otros han hecho en su misma situación.

Kofla Olivieri dijo...

Elco, gracias por incluir los escritos anteriores. Los acabo de leer, y casi todos los comentarios. Estoy en el trabajo hoy, voy a tener que regresar esta noche y leerlos con mas calma.

Mi escrito sobre mi experiencia en el 2006 se va a basar en el sabor amargo que experimente cuando contacte 16 agencias en toda la isla y la falta de profesionalismo de los llamados jefes y suervisores de estos programas al no tener la decencia de devolver llamadas, emails y cartas. Tres meses de frustraciones, a la larga tuve que regresar a Filadelfia. Por los ultimos 4 años se me ha hecho dificil escribir sobre el tema porque no encuentro como expresarme sin ofender.

Elco Lao dijo...

Luis J. Villanueva:

Es cierto que todos tenemos libre albedrío, y que esto implica que tenemos la libertad de “hacer lo que nos dé la gana”… Pero cada acción tiene sus consecuencias, y esas consecuencias no surgen de “lo que nos da la gana”, sino que responden a leyes de la Naturaleza. O sea, puedo querer saltar por un barranco, pero la ley de la gravedad me hará caer en el fondo del precipicio y perder la vida…

¿Hasta qué punto algunas personas se niegan a considerar este tipo de evidencia…? Según los teóricos de la psicología, desde la niñez, la persona empieza a explorar el principio de CAUSA Y EFECTO. Por ejemplo, desde que el niño tira un objeto y observa su trayectoria, en ese momento experimenta con este principio físico que trasladará a otras situaciones en otros planos como el personal, como el llorar para obtener alimentos, que es de los primeros instintos de conservación del ser humano.

Es decir, el que a las alturas de su adultez se cante como “ignorante” de las consecuencias de sus actos, MIENTE… A menos que tenga algún impedimento mental…

Elco Lao dijo...

Kofla:

El poder que ejercen las empresas, públicas o privadas, a la hora de contratar o rechazar a aspirantes de empleo a veces parece caer en la impunidad de la ilegalidad. A mí me ha pasado y diferente a tu caso, vivo en la Isla. Aquí, el que no tiene padrino, no se bautiza. Y no me refiero a que uno tiene que ser corrupto para buscar empleo con métodos extraordinarios sino que a veces uno tiene que tener a sus ángeles para que por lo menos velen por los procesos adecuados de contratación, los ordinarios, los comunes y corrientes…

En cuanto a la forma de escribir cuando ofenden a uno, escribo un borrador que incluya todos los sapos y culebras que se merecen mis ofensores. Luego, guardo el escrito y lo dejo enfriar por un tiempo y lo reviso después, para hacer otro borrador, que podría incluir otros sapos y culebras más refinados que se disfrazan con frases cínicas. Si todavía lo veo como un escrito demasiado “ofensivo”, lo guardo de nuevo por un tiempo para una futura revisión y escritura, hasta que borre toda “ofensa”.

Pero, esto es en el contexto “personal”… Cuando escribo para este Blog, me importan cuatro CARAJOS a quién haya ofendido, si es que respondo a la ofensa de otros… Sin embargo, cada Bloguero tiene su estilo y no tienes porqué seguir el mío…