lunes, 29 de diciembre de 2008

La Aritmética de Fortuño (y la de Aníbal…)

Hasta el momento, el gobernador electo que tomará posesión el próximo 2 de enero de 2009, Luis Fortuño, no ha soltado prendas acerca de las recomendaciones del comité que él mismo formó llamado el Consejo Asesor de Reconstrucción Económica y Fiscal (CAREF), presidido por el banquero Richard Carrión. Ayer domingo, 28 de diciembre de 2008, estuve escuchando en Noticias Univisión, Canal 11, una entrevista que le hicieran a Fortuño.

Deseo aclarar que mi voto no fue con Aníbal ni con Fortuño sino que lo deposité a favor de Edwin Irizarry Mora, quien fue entrevistado para el periódico Claridad de la semana del 25 al 31 de diciembre de 2008.

A partir de las filtraciones que han salido publicadas en la prensa acerca de las conclusiones de este comité CAREF, Irizarry Mora dice:

Estas propuestas pueden ser el principio de una enorme confrontación entre la clase trabajadora puertorriqueña, no sólo del sector público, sino de los trabajadores en general, que estarán mirando con gran asombro cómo ante el descubrimiento de que el déficit fiscal está más grave de lo que se pensaba, las medidas que se están considerando son medidas que lejos de ir contra aquellos sectores que tienen capacidad de pagar un poco más, van contra los sectores que ya pagan demasiado


Sigo pensando que las propuestas presentadas por el PIP en las pasadas elecciones generales del 2008, superaban por mucho las del PPD y del PNP en cuanto al manejo de la crisis fiscal.

Volviendo a la entrevista de Univisión, me llamó la atención dos puntos: 1) Fortuño mencionó que una de las medidas que pretende implantar en la crisis es “enviar” a los empleados públicos de vacaciones, acentuando que esas “vacaciones” no serán pagadas y; 2) que al final del cuatrienio 2009 – 2012, los puertorriqueños podremos decir que estaremos mejor al final del cuatrienio que al principio. ¡Aquí empieza la retórica y las mentiras disfrazadas de verdad…! ¡Desde el saque…! Y lo que dijo NO se le puede achacar a ningún comité porque lo dijo con su boquita de comer… ¿Qué implican estas aseveraciones de Fortuño?

Para empezar, tomemos como ejemplo a Aníbal en su pasado cuatrienio: cerró el gobierno por dos semanas y con esto presionó a las masas para que aceptaran el nuevo impuesto del IVU de un 7% porque con ese IVU ganábamos “todos”. Con esa mentira Aníbal tuvo que vivir el resto del cuatrienio porque tuvo que admitir al final su ¿“error”? de que ese impuesto, que supuestamente le serviría entre otras cosas para firmar los convenios colectivos con sus líderes sindicales alzacolas que favorecieron el impuesto, no captaría el dinero que esperaban, en parte porque estábamos en una recesión y porque los comerciantes que servían de colectores del 7% no hacían llegar al gobierno una parte que le cobraban al consumidor. O sea, el mismo comercio que avaló el IVU era el mismo comercio que se echa al bolsillo parte de ese IVU. ¿Con el IVU ganamos “todos”…?

Las “vacaciones” que Fortuño sugiere para los empleados públicos es lo mismo que decir que él también cerrará el gobierno como lo hizo Aníbal Acevedo Vilá. O sea, en vez de decir que enviará a la calle a miles de empleados públicos, disfraza esta aseveración con la etiqueta de que mandará a sus empleados a “vacaciones”, aclarando que NO pagará dichas vacaciones.

Peor, las vacaciones SON UN DERECHO ADQUIRIDO POR LOS TRABAJADORES y se acumulan por el tiempo trabajado. Es decir, que si Fortuño logra enviar a los trabajadores de vacaciones sin pagarlas, esto quiere decir que legalmente no podrá permitir que los empleados “acumulen” para sus vacaciones, lo que se traduce a que si un trabajador en once meses acumula para tener vacaciones que equivalen a un mes, a los días de “vacaciones fortuñistas” se les sumarán los días en que el empleado acumula para esas vacaciones, que si acumula 20 días por año, o que en cada uno de los once meses acumula 1.8 días, las “vacaciones” sin paga se extenderían al doble, A DOS MESES POR EL AÑO. O sea, que los trabajadores del gobierno cobrarán dos meses menos, para que su sueldo se reduzca a lo que cobraba en DIEZ meses…

Si Fortuño empieza así el cuatrienio, quitándole al trabajador derechos adquiridos, entonces el trabajador tendrá menos que antes; y si al final Fortuño le “devuelve” algunos derechos que le quitó al trabajador, según esta Aritmética, entonces el trabajador estará “PEOR” al principio del cuatrienio que al final... O sea que estará “MEJOR” al final que al principio... ¡Qué lógico...!

En el caso de los maestros, que acumulan para DOS meses, estas “vacaciones fortuñistas” implican que se reducirán los días de clases y que NO cumplirá con la le federal “NO CHILD LEFT BEHIND” cuando se trate del tiempo lectivo, lo que implicaría a su vez poner en peligro el envío de estos fondos “federales” al Departamento de Educación.

¿Sabrá Fortuño lo que implican estas aseveraciones de “vacaciones forzadas”…? Claro que lo sabe… Como también Aníbal lo sabía… Y basta escuchar el discurso de “despedida” de un cadáver político como Aníbal para poder predecir el destino político de Fortuño, sin ínfulas de ser astrólogo… Noticentro 4 publicó este fin de semana la noticia de un mensaje de despedida de Aníbal Acevedo Vilá. Este mensaje aparece completito en YouTube. Aníbal, en las vísperas de su salida, prefiere politiquear echándole las culpas al otro cuando muy bien sabe que él también es parte de este embrollo fiscal…



Igual Fortuño, debe saber las consecuencias de sus aseveraciones. Entonces, ¿por qué estos políticos se lanzan a gobernar como si fuesen unos kamikazes (1. m. Piloto japonés que tripulaba un avión con explosivos con el que se lanzaba contra objetivos, suicidándose, en la Segunda Guerra Mundial; 2. m. Persona que se juega la vida realizando una acción temeraria; 3. m. Esa misma acción; 4. m. Terrorista suicida.)…? ¿Por qué si saben los riesgos electorales, se meten en el camino de la derrota…? Lo único que explica este “riesgo” es que tanto Aníbal como Fortuño son parte de una agenda delineada por OTROS protagonistas que se beneficiarán por las decisiones que tomaron y tomarán. Ambos, tanto Aníbal como Fortuño, son desechables porque al final quienes se “hartarán” de las políticas económicas del gobierno serán los sectores sociales que acaparan con gran parte del capital, los que sí tienen conciencia de clase y determinan agendas económicas a su favor.

La Aritmética de Fortuño, que fue la misma que la de Aníbal, implica quitarle a unos para darle a otros… ¿Cuándo será entonces que los trabajadores determinen las agendas económicas que debe tomar el gobierno…? ¿Será cuando sean lanzados otra vez a las calles como desechos sociales…?

Esperemos que esta vez los trabajadores pierdan la fe en las promesas vacías de estos politiqueros y nazca en ellos una nueva conciencia de clase, de la clase trabajadora, de la clase obrera...