Recuerdo una que otra vez amaneciéndome para cumplir con un informe en el trabajo o mientras estudiaba en la universidad. El café era uno de los “estimulantes” que me ayudaba a permanecer un poco despierto, al igual que el chocolate y la Coca-Cola. Pero, me daba cuenta que no servía de nada el mantenerme alerta porque en esas condiciones de cansancio, aunque me mantuviese despierto, la mente ya no trabajaba como de costumbre.
Así que decidí DORMIR unas horas antes de amanecerme, en vez de siete horas con unas cuatro bastaba, y me levantaba ALERTA. Es verdad que en dos días el cuerpo me pediría mucho más de cuatro horas para dormir, pero no hay nada mejor que DORMIR antes de pasar unas horas amaneciéndose.
Yo no estudié disciplina alguna que tuviera que ver con la medicina y por eso me extraña escuchar en la prensa que estudiantes, incluyendo los de MEDICINA, utilicen las llamadas “bebidas estimulantes” mezclándola con otros “medicamentos” para TENER ÉXITO en sus clases… ¿Cómo se mide el “ÉXITO”…? ¿Qué es un estudiante “EXITOSO”…?
En este caso, ¿será que un estudiante que practique una disciplina en la medicina quiera ser “exitoso” como estudiante a la vez que mientras estudia rompe con los principios de cuidar su salud sin la necesidad de meterse al cuerpo “estimulante” so color de graduarse…? ¿Para qué se quiere graduar de una disciplina en MEDICINA alguien que no es sobrio a la hora de cuidar su salud…? Si un profesional de la salud no se cuida, ¿a quiénes pretende cuidar si este provoca su muerte arriesgándose con “estimulantes”…?
Acepto que en muchas ocasiones yo no me he cuidado adecuadamente la salud, pero, ese es un criterio por el cual NO ME DEDICO A LA DISCIPLINA MÉDICA. Son nuestras VIRTUDES las que deben guiarnos para escoger nuestra profesión y nuestros VICIOS los que deben advertirnos para lo que no servimos…
He escuchado a personas decir que no soportarían las malacrianzas de los jóvenes y por eso jamás serían maestros. Esa es una sabia aseveración porque para ser maestro una de las virtudes primordiales es tener paciencia con los jóvenes, aunque reconozco que uno va aprendiendo cada día lo que es esa paciencia con la juventud. Pero, de inicio, a quien no domine la paciencia con personas menores que este, debe RENUNCIAR a considerar el ser maestro.
La reciente muerte del estudiante de salud pública, más que alertar acerca del mal uso de “bebidas energizantes”, debe advertirnos que cada profesión tiene un MODO DE VIVIR, una forma de vida, que cada persona es lo que es mientras ejerce su profesión tanto como cuando no la ejerce…
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6 comentarios:
Como siempre la prensa especulando. Deja ver cuando hagan la autopsia y aparezca que fue a causa de un pase de cocaina.
Coincido contigo. Cuando estudiaba, era mejor dormir y luego estudiar que perder el sueño leyendo. Mientras tuviera sueño, estudiar era perder el tiempo porque no quedaba nada grabado. Una mente descansada funciona mejor. Qué lástima por el muchacho.
Kofla:
No sé cuál fue la mezcla, pero, lo que sé es que AHORA la universidad quitó las máquinas donde vendían estas "bebidas energizantes"...
¿No se supone que una escuela de medicina NO promueva este tipo de bebida...?
Bianca:
Fíjate, después de escribir esta reflexión, escuché esta mañana a la madre de este muchacho que murió, aconsejar eso mismo: que lo mejor era dormir si se estaba cansado para luego continuar estudiando...
Una vez cuando estaba estudiando cometí un error similar pero lo que hice fue tomarme una cafetera completa. Terminé en el hospital con palpitaciones y no pude cumplir con el compromiso que tenía. Aprendí de esa experiencia a aceptar que soy humano y que es mejor administrar el tiempo sabiamente y no dejar las cosas para lo último. Un día vi a mi hija trabajar demás para estudiar para un exàmen y le conté mi experiencia. Al menos y pide vivir para contarlo. Ese pobre muchacho no podrá hacer nada más.
Adelante y éxito
Prometeo:
En mi caso, a veces soy demasiado blandito a la hora de exigirle a mis estudiantes que estudien en sus casas... Muchos de estos, la mayoría, no tienen recursos en sus casas para buscar mayor información de la clase, por su pobreza.
Aunque nosotros promovamos el uso del INTERNET, no es cierto que la mayoría de ellos tenga acceso a la red, y esto lo compruebo al principio de cada año escolar con una pequeña encuesta.
Con los pocos recursos que mis estudiantes tienen, dentro y fuera de la escuela, trato de que en el poco tiempo que tengo para ellos en el salón, amen las Matemáticas que enseño y le pierdan el miedo, que aprendan que son capaces de aprender el lenguaje matemático.
O sea, para mí es más importante que aprendan a que pueden aprender Matemáticas, a que aprendan Matemáticas, porque la ganancia es la autoconfianza en su capacidad de aprendizaje...
No sabes lo bien que me siento cuando me dicen: "Maestro, yo creía que era un bruto para aprender Matemáticas y ahora veo que no lo soy..."
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