Ayer escuchaba el programa radial de Luis Francisco Ojeda en WKAQ 580 AM, en el que comentaba acerca del paro magisterial de mañana convocado por la Asociación de Maestros de Puerto Rico, y su presidenta Aida Díaz. Entre otras cosas, Ojeda decía que el magisterio “había perdido su mística” desde que empezó a luchar por horas de trabajo como los “obreros”. Añadió que antes los padres respetaban al maestro “por su sacrificio” y que ahora, con estas posturas, los padres le habían perdido el respeto a los maestros.
No puedo decir cómo eran los maestros en los tiempos en que Ojeda era niño, ya que él me lleva muchos años, y podría ser mi padre. Estaba en el décimo grado cuando explotó la huelga de 1974 y recuerdo que los profesores que apoyaron aquel movimiento eran muy responsables y queridos tanto por los padres como por los estudiantes. Reconozco que en el magisterio han penetrado unos “elementos” que no debieron nunca entrar a un salón de clases, y que estos son los primeros boicoteadores de los esfuerzos de muchos buenos maestros que desean lo mejor para sus estudiantes. Sin embargo, aducir que esta clase de cucaracha es el resultado de unas exigencias de mejores condiciones de trabajo, o que estas sabandijas deban retornar a la “mística” del buen maestro, es una apreciación que rechaza la reivindicación de DERECHOS del trabajador.
Por ejemplo, NO se puede aludir al “sacrificio” del maestro, o a que el magisterio es un “sacerdocio” para obligarlo a dar clases en un salón con asbesto, un peligroso carcinógeno, y que la salud de este maestro y de sus estudiantes valgan el “sacrificio” que requiere el “derecho a la educación” que tienen los estudiantes.
La lucha por mejores condiciones de trabajo que lleva un maestro no sólo conlleva la reivindicación de sus derechos como trabajador sino que tiene un doble carácter ya que además intenta reivindicar las lucha por unas mejores condiciones del ambiente educativo DEL ESTUDIANTE. Es decir, si el maestro ha luchado porque este no debe estar expuesto a un salón que lo enferma, ese mismo salón también es el lugar de trabajo de un estudiante.
El maestro NO trabaja aislado en una oficina sino que trabaja junto a los niños y adoloescentes, respira los mismos gases que respira el estudiante, carece de los materiales y equipo que son utilizados con los estudiantes, vive el mismo hacinamiento que vive el estudiante. Así, la lucha de los maestros por unas mejores condiciones de trabajo, SUPERA CUALQUIER OTRA LUCHA DE OTROS SECTORES OBREROS, no al revés… cuando se pretende decir que los maestros ni tan siquiera son obreros.
El “sacrificio” del maestro debe incluir ESA lucha por mejorar sus condiciones de trabajo, que también son las condiciones de trabajo de los estudiantes. Lo otro sería exigirle al maestro que sea masoquista, que en nombre del “sacrificio” conveniente para el patrono, se tenga que chupar salones hacinados de estudiantes, que se tenga que mover de escuela en escuela al antojo de funcionarios administrativos abusadores, o que tengan que someterse a sanciones o castigos injustificados por el simple hecho de luchar por mejores condiciones de trabajo…
Implicar que los maestros no cumplen con su tarea educativa cuando se lanzan a la calle a protestar, porque supuestamente abandonan a los pobres niños, es llevar a la demagogia la afirmación de lo que es el DEBER de todo buen maestro: buscar el mejor ambiente de trabajo para él y sus estudiantes. Cuando los maestros se lanzan a la calle para luchar por mejorar sus condiciones de trabajo, en vez de abandonar a los estudiantes, lo que hace es convocar a SUS padres para que los apoyen en una lucha que también les toca a ellos.
En el pasado he criticado la busconería de Aida Díaz como presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, y todavía hoy sigo pensando que es una buscona y lambona del Partido Popular Democrático (PPD), que frente a los desmanes de Rafael Aragunde pretendía decirle a los maestros que la administración era la encargada de velar por las organizaciones escolares, y ahora dice que las organizaciones escolares bajo el mandato de Carlos Chardón, secretario de educación designado por el Partido Nuevo Progresista (PNP), se utilizan para atropellar los derechos adquiridos de los maestros. Entonces, es obvio que el asunto de las organizaciones escolares TIENE que incluirse en los artículos de un convenio colectivo, sea cual fuere el mecanismo que necesiten los maestros para velar por esos derechos. En estos momentos Aida Díaz no ha hecho ni tan siquiera un referéndum para convocar a un paro, y antes, cuando la Federación de Maestros había convocado a varias asambleas para el voto de huelga, ella decía de las acciones de la Federación: “Sin un referéndum, sin recoger su sentir, sin auscultar su pensar, los líderes ilegítimos del magisterio los han hecho caer en un entrampamiento…”
Aida Díaz, en plena huelga, no sabía para qué la Federación de Maestros había convocado una huelga cuando estaba claro que el patrono representado por Rafael Aragunde, NO quería sentarse a negociar de buena fe, y que al lado de la mesa de ese patrono había miembros de la Asociación de Maestros. Fue la SEIU, aliada de Aida Díaz, la que subvencionó la campaña del candidato a gobernador del PPD, Aníbal Acevedo Vilá. Vean cómo esta hipócrita hablaba de la “telaraña de medias verdades” ante el evento huelgario…
Ahora, Aida Díaz convoca a un paro de un día… Y los pecados de esta administración del PNP siguen el mismo camino de los pecados del PPD en la anterior administración, siguen ahora una agenda inconclusa neoliberal que ya se había comenzado y que ahora se quiere consumar y concluir…
¿Qué deben hacer los maestros…?
Hamlet, el personaje shakespeariano, ante la tramposería de su tío, quien había matado a su padre y desposó a su madre, ese supuesto loco decidió utilizar una compañía de teatro que visitaba el castillo para escribirle un libreto donde le advertía al tío-padrastro que sabía de su crimen. Esta genialidad de Shakespeare, de meter en una obra de teatro otra obra de teatro, que en algunas instancias se puede entender como un “metalenguaje”, es una estrategia del autor para hablar de su proceso de creación, y a la vez introduce en la obra otra táctica del personaje Hamlet, para desarmar y evidenciar la tramposería de otro, lo que nos lleva a afirmar que el “loco” no tenía ni pizca de loco…
¿Luis Fortuño y su procónsul Carlos Chardón quieren joder la educación en Puerto Rico…? SÍ. ¿Aida Díaz es una hipócrita y oportunista…? SÍ. ¿Los maestros deben asumir la lucha por sus derechos como OBREROS…? SÍ. Entonces, los maestros TIENEN que apoyar el paro de mañana viernes, 25 de septiembre de 2009, porque esta obra de teatro de Aida Díaz es un motivo para continuar denunciando los desmanes de la administración de Fortuño, quien continúa la agenda neoliberal inconclusa del PPD de Aníbal…
Los maestros NO pueden renunciar a su deber de lucha, convoque quien convoque a la protesta… Otra cosa son los procesos para escojer quiénes nos deben o no nos deben representar en la lucha magisterial a la hora de sentarnos en una mesa de negociaciones…
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