miércoles, 13 de julio de 2011

La cicuta de Sócrates al servicio del Departamento de Educación de Puerto Rico y cómo evaluar a un maestro.


Mucho se ha hablado de las pruebas de drogas que se les debe hacer a los empleados, específicamente a los que tienen el deber de impartir el pan de la enseñanza.

A cada rato sabemos de estudios publicados que nos informan del problema del consumo de drogas en las poblaciones juveniles. Pero, en el Departamento de Educación de Puerto Rico no se le requieren pruebas de drogas a los estudiantes.

Como maestro, estoy de acuerdo que se realicen estas pruebas, pero los que legislan esa regla, se olvidan de incluir a los estudiantes en esas evaluaciones. ¿Por qué para unos sí y para otros no…?

No pretendo insinuar que a los maestros no se le suministre este tipo de pruebas, pero el que sea a un sector del componente escolar al que se les somete a las pruebas, implica un PROPÓSITO que no tiene nada que ver con el mejoramiento de las escuelas. ¿Qué tal si a directores escolares, superintendentes de escuelas, directores de regiones escolares, secretarios de educación y gobernadores, a toda esa cadena administrativa, se les suministra TAMBIÉN pruebas de drogas…?

Sabemos por lo menos de unos exámenes recientes de esas pruebas en la Cámara de representantes donde se trató de ocultar los resultados, pero por la fiscalización de la prensa salieron publicados los nombres de personas que consumían drogas en la Casa de las Leyes.

Uno de ellos fue el representante Rolando Crespo, el otro, el sargento de armas de la Cámara de Representantes, José Meléndez, hijo del alcalde de Fajardo, Aníbal Meléndez y ahijado del representante Johnny Méndez.

Las dinámicas que se dan en los talleres de trabajo, donde se consumen drogas y hasta se tienen puntos de droga en estos, implican un ambiente TÓXICO donde los negociantes del narco, imponen el caos institucional.

Cualquier esfuerzo que se dirija a mejorar la educación y el mejoramiento escolar de los estudiantes, debe tomar en cuenta uno de los problemas que más aqueja a la comunidad escolar: el uso de drogas y cómo el narco ha acaparado en las estructuras de poder en las escuelas, donde participan desde estudiantes hasta maestros, personal no-docente y, administradores.

El Departamento de Educación de Puerto Rico, ha identificado a estudiantes con estos problemas de consumo de drogas, donde esa condición los ha llevado a problemas de conducta en las escuelas, específicamente una estadística recopilada a través del programa de Trabajo Social del propio Departamento, mas no de un programa de pruebas de drogas que haría arrojar mayores números, esas estadísticas arrojan que se identificaron más de un millar de estudiantes intervenidos, en el año académico 2009 - 2010.

Hace tiempo que algunos estudios han mostrado que hasta tres cuartas partes de los estudiantes han consumido alcohol, y en el año anterior al estudio, más del 50% de ellos lo consumió, mientras que alrededor del 10% de los estudiantes consumen marihuana.

No quiero implicar que la mayoría de nuestros estudiantes estén consumiendo drogas sino que existe un sector considerable de la población con este problema y que la dinámica del narcotráfico en las estructuras escolares afectan TODO el proceso educativo rutinario.

Hasta aquí una de las premisas, “el narcotráfico y consumo de drogas en las escuelas”, para analizar el asunto que pretendo traer sobre la mesa…

Ahora vayamos al DISPARATE al que se dirige el Departamento de Educación...

Los estudiantes, que son evaluados por el maestro, tendrán el poder de evaluar a su maestro de manera que los criterios que el estudiante tiene para realizar juicio acerca del maestro es más severo que los criterios que tiene el maestro para realizar juicios acerca de la tarea del estudiante.

En el ambiente de alta TOXICIDAD que acabamos de narrar, esta situación pone en peligro la seguridad de empleo de los buenos maestros.

Se pretende entregar a los estudiantes el poder de evaluar a sus maestros a partir de criterios que sólo deben dominar expertos en currículo.

O sea, a un estudiante se le puede preguntar si su maestro acostumbra a aclarar sus dudas, si el maestro lo respeta como persona, si el maestro varía las formas de enseñarle los temas de la clase, si el maestro los somete a practicar las destrezas que enseña antes de suministrar las pruebas; PERO, preguntarle si el maestro utiliza los estándares de la asignatura para enseñar es entregarle a un niño el poder administrativo que debe tener un técnico PROFESIONAL que supervise la materia.

Por otro lado, las evaluaciones que los estudiantes le harán a los maestros tienen unos criterios más severos de los que los maestros pueden utilizar en las evaluaciones que le ofrecen a sus estudiantes.

Por ejemplo, al final del curso, la “curva” o distribución para asignar una calificación al estudiante, de acuerdo al promedio, es la siguiente:

100 – 90: A
89 – 80: B
79 – 70: C
69 – 60: D
59 – 0: F

La evaluación que le harán los estudiantes al maestro, tendrá la siguiente “curva” o distribución:

100 – 95: Excelente
94 – 85: Superior
84 – 70: Promedio
69 – 0: Bajo Promedio

Al estudiante se le ofrece un intérvalo de diez (10) para evaluarlo como excelente y al maestro un intérvalo de cinco (5). Al estudiante se le aprueba la clase con un intérvalo de sesenta (60) mientras que a un maestro no se le somete a “acciones de personal que se entiendan necesarias y dirigidas a atender las deficiencias detectadas” en un intérvalo de quince (15), o sea que desde los 84 puntos hasta el cero, a un maestro se le cuestionará su gestión educativa.

Y toda esta TRAMPA NUMÉRICA estará respaldada por un ambiente TÓXICO escolar donde no se ataca efectivamente el problema del narcotráfico y uso de drogas, que crea de principio unos conflictos con la ejecución en la sala de clases.

Es decir, este gobierno afirma la prevalencia de los canallas sobre la tarea pedagógica de los buenos maestros que serán evaluados con sus manos atadas, que serán evaluados por debajo de los criterios de los estudiantes, de manera que a TODA la comunidad escolar, incluyendo a esos estudiantes, se les daría el mensaje que tienen en sus manos las armas para reprimir a quienes los enseñan, porque según los criterios de evaluación, el trabajo de enseñanza que realizan es más bajo que el trabajo de aprendizaje que debe realizar cada estudiante.

O sea, vale menos lo que el maestro enseña que lo que el estudiante aprende.

Hasta donde yo tenía entendido, el proceso de aprendizaje depende tanto del maestro como del estudiante, pero, también depende de las condiciones a las que son sometidos ambos en el ambiente de estudios.

Sólo un ejemplo más: En esta nueva forma de evaluación el estudiante juzgará si su maestro utiliza “la tecnología” en el salón. Y las preguntas que se caen de la mata son, ¿cómo el estudiante evalúa el uso de “la tecnología” en el salón de clases…? ¿Será que el maestro la tenga que COMPRAR para sus clases…?; ¿o será que las escuelas le proveerán esa tecnología y los adiestrará para sus usos…? En el caso de que un maestro utilice la Internet para ayudar a sus estudiantes y esos estudiantes NO TENGAN EN SUS HOGARES la facilidad de comunicarse en la red, ¿tendrán elementos de juicio para juzgar a su maestro aún cuando el maestro utiliza esa tecnología…? Si el maestro utiliza su computadora personal para diseñar planes, ¿cómo es que el estudiante se entera de esta utilización de la tecnología si realiza este trabajo desde su casa?

Creo que cualquier sistema educativo debe retener los buenos maestros. Pero, si ese maestro tiene como principio el exigirle a sus estudiantes que trabajen para aprender y todo trabajo implica “dolor”, y los estudiantes evaden el “dolor de aprender”, que todo conocimiento cuesta trabajo y dolor, entonces tendremos un sistema educativo que impondrá la cicuta a Sócrates.

El sistema puede identificar las frutas podridas del Departamento de Educación. ¿Por qué no empiezan por los politiqueros mediocres que dirigen las escuelas…? ¿Por qué no empiezan a desarmar las redes de narcotráfico en las escuelas y todo el Departamento de Educación de Puerto Rico…?

Después que se imponga un ambiente de paz en las escuelas, BIENVENIDAS SEAN LAS EVALUACIONES CON CRITERIOS JUSTOS PARA TODOS…

En mi caso, sólo me sometería a la evaluación de estudiantes como Mafalda…