domingo, 22 de febrero de 2009

El arte de la guerra, la crisis sindical y el tribalismo: ¿Qué pasará con la Federación de Maestros?

Optar entre dos organizaciones: ¿Federación o Asociación?; ¿o ninguna de las anteriores?

Vivimos en una época de mucho malestar e incertidumbre… y ninguna institución social está exenta de esto, ni posee un escudo mágico para librarse de esa contaminación que nubla el espíritu.

Por otro lado, aunque seamos personas con una individualidad, en el momento de las luchas comunes, debemos estar al lado de nuestros congéneres, en el caso de los trabajadores, tenemos que luchar junto a ellos porque también somos trabajadores. Es decir, aunque muchas veces estamos tentados por caminar solos, nos vemos obligados a veces a formar parte de unas tribus.

Pero, y aquí viene el pero… aunque estemos en una tribu, la persona que debe ocupar el puesto de cacique, debe ser electa por la tribu… Y si no cumple con la agenda de adelantar la justicia para los trabajadores, o si se necesitan otras tácticas o estrategias para dirigir la tribu, que en unos contextos fueron adecuados y en otros no, y el actual cacique se empeña en repetir el mismo libreto táctico una y otra vez, pa’fuera el cacique y que venga otro. Y si la tribu, como colectivo, renuncia a la defensa de los intereses de los indios, renuncia a su autodefensa y decide optar por el suicidio colectivo, entonces me puedo mudar de batey…

En el caso de la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR), este es por el momento el único organismo que reúne a los maestros como gremio que practica las elecciones internas CADA TRES AÑOS… mucho más frecuente que el propio gobierno de Puerto Rico y de los USA… Si lo comparamos con otras agrupaciones magisteriales, como la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR) o su apéndice el Sindicato Puertorriqueño de Maestros (SPM), que no deciden quiénes serán sus cuadros directivos por el voto directo, la Federación les lleva una ventaja grandísima.

En este sentido, en el momento que evaluamos las acciones de nuestros cuadros directivos en la Federación, ignoramos la cizaña de organizaciones como la AMPR o el SPM y más aún de la SEIU, quien carga con un historial de destrucción de líderes de base o regionales en USA para acasparar con el poder desde los puestos nacionales, y esa misma agenda la pretenden “internacionalizar”, o sea, llevarla a otros países del mundo. La SEIU quiere tener un dirigismo laboral desde su cede en Washington y esta es la organización a la que la AMPR se ha afiliado para acaparar con la matrícula magisterial de Puerto Rico.

Por esto, en estos momentos históricos, la única organización magisterial que ha tenido una conciencia de que somos nosotros, los maestros puertorriqueños, quienes elegimos a nuestros cuadros directivos, sin que medien otras consideraciones de intereses ajenos que dañen los propios, es la Federación de Maestros.


El amor en los tiempos de la crisis…

Recuerdo a un sacerdote español y jesuíta, dos defectos que aprendí a aceptar a cambio de su sabiduría, que le encantaba hablar del noviazgo… Y él hablaba de la famosa “prueba de amor”, y la definía más o menos de esta manera:

Cuando una pareja está en el “enchule” en las nubes románticas, cada cual ve lo mejor que tiene la otra persona. Ese período del romance es una distracción que esconde los defectos de cada cual, y nadie se libra de sus defectos. ¿Cómo se prueba que el otro o la otra me ama en este período…? No se puede hacer esa evaluación allí, hasta que lleguen los momentos de crisis. En esos momentos, donde uno necesita el apoyo y la solidaridad del otro, donde se necesita la justicia, la pareja debe demostrar que está al lado del justo. Así se “prueba el amor”…

Este cura decía que hizo feliz a una mujer: la mujer que NO se casó con él…

La pasada huelga magisterial fue ese momento crítico, de lucha por la justicia, donde se supone hubiese un clima de solidaridad… En muchos sitios los hubo, pero en otros, se abrieron unos flancos peligrosos. ¿Cómo uno puede evaluar aquella crisis? ¿Cuáles criterios debo utilizar para juzgar aquella guerra, a sus “soldados”, a sus “tenientes” y sus “generales”?

Mucho antes de la “guerra”, ya yo tenía un juicio de los “soldados”, “tenientes” y “generales” del “otro” bando, de los que osaron atacar el magisterio: Rafael Aragunde y su administración del Departamento de Educación, Aida Díaz y la Asociación de Maestros, Roberto Pagán y la SEIU, Aníbal Acevedo Vilá y el Partido Popular Democrático, Jorge Silva Puras y su secretaría de la gobernación (J.S. Lucerna, psicólogo social-comunitario que publicaba un Blog titulado “Fin de la Partidocracia” tiene una reflexión excelente de este tipejo que hacía de las de asesor de Aníbal).

Para mí no era muy difícil juzgar a mis obvios atacantes, a los obvios enemigos… Tampoco tenía duda ante aquel ataque, de juzgar quiénes eran mis congéneres, mis compañeros, aquellos que también eran atacados como clase magisterial y trabajadora. Pero, mi duda me invade cuando evalúo la pasada huelga magisterial, no porque la considerara inadecuada, sino porque pude observar cómo se comportaron algunos “soldados” y “tenientes” del “ejército” al que pertenezco. Y utilizo estos términos porque toda crisis es como la guerra, y si nos referimos a las guerras, nos tenemos que referir a una de las obras de la filosofía china de mayor prominencia, escrita por Sun Tzu: “El arte de la guerra”.

Cuando uno se juzga a sí mismo en la práctica del amor, en el interior y en la propia intimidad, uno sabe si ha amado o no. Pero cuando se trata del amor de los demás hacia uno mismo, tenemos que juzgarlo en los tiempos críticos, en los tiempos del ataque injusto cuando se desborda el mal contra uno. En esos momentos es que uno puede entender el fruto del amor ajeno.

La guerra como escenario análogo a la crisis…

Desde el momento antes de la batalla llamada huelga magisterial, hasta el día de hoy he meditado acerca de la guerra que hemos tenido los maestros como grupo gremial. Repito la pregunta: ¿Cuáles criterios debo utilizar para juzgar aquella guerra, a sus “soldados”, a sus “tenientes” y sus “generales”?

En estos momentos previos a las elecciones internas de la Federación de Maestros, debo evaluar a los directivos presentes y a los candidatos que se presentan como alternativa de dirección y su trabajo. Todavía estoy en el proceso de reflexión y lo que esbozaré será en el carácter de un pensamiento cambiante, de acuerdo a la información que tenga disponible… Sin embargo, los CRITERIOS para el juicio NO se pueden exponer a la incertidumre; como en todo método de juicio, debemos utilizar un marco de referencia y en mi caso me referiré al Capítulo Primero del “Arte de la guerra”

Sun Tzu dice: la guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es más querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros.


Después de aquella huelga no he visto una convocatoria de la dirección de la Federación de Maestros para discutir en una asamblea de delegados los resultados de esta de manera que surja un informe a la matrícula. El análisis de ese conflicto se ha quedado en pequeños círculos entre algunos dirigentes, donde las preocupaciones de los miembros de la base se sondean de una manera informal. Nos dice Sun Tzu acerca de la guerra:

Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales, y hacer comparaciones entre diversas condiciones de los bandos rivales, con vistas a determinar el resultado de la guerra. El primero de estos factores es la doctrina; el segundo, el tiempo; el tercero, el terreno; el cuarto, el mando; y el quinto, la disciplina.

La doctrina significa aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro. El tiempo significa el Ying y el Yang, la noche y el día, el frío y el calor, días despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones. El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia. El mando ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina. Por último, la disciplina ha de ser comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército.


En estos momentos, la Federación de Maestros tiene unos 10,000 miembros de 40,000 maestros que componen el Departamento de Educación. Es decir, después de que nos descertificaran como organización sindical bajo la Ley 45 que “obligaba” a la mayoría de los maestros a pagar su cuota al sindicato, una cuarta parte de los maestros permanecimos en la organización pagando la cuota voluntariamente, sin ataduras con aquella ley. En cierto sentido, aunque esto pueda traducirse a una baja en el presupuesto del sindicato, fortalece ese primer criterio de éxito en un ejeercito: lo ideológico que nos lleva a organizarnos como una clase magisterial combativa.

Sin embargo, el tiempo, el terreno, el mando y la disciplina deben considerarse después de aquella batalla en febrero de 2008.

Estamos en una época donde se agudiza la recesión económica (tiempo). El sector social que está compuesto por los trabajadores ha observado cómo el sector de poder político les promete mejorías en la justicia social y estos trabajadores han tomado mayor conciencia del discurso que se dirige a engatuzarlos para que luego paguen por los platos rotos de otros sectores privilegiados (terreno). Aunque los cuadros directivos del ejército gobierno-patrono han cambiado, la ideología o doctrina de los que advienen al poder prevalece en ese ambiente como una de explotación y desplazamiento contra el trabajador, de manera que las personas en el poder cambian pero su estrategia de confrontar a unos sectores sociales contra otros, prevalece; sin perder de perspectiva que el partido triunfante ocupa la mayor parte de los puestos legislativos y ahora, la mayor parte de los jueces del Tribunal Supremo (mando). Las personas que escogieron mediante el voto a los actuales gobernantes han pensado que aquella situación de malestar que había en el pasado bajo el otro partido, TIENE que ser superada por el actual, incluyendo la seguridad de empleo; es decir, las lealtades de los soldados para con su ejército del gobierno-patrono se pondrán constantemente a prueba en la medida que no sean desplazados (disciplina).

Continúa Sun Tzu:

Estos cinco factores fundamentales han de ser conocidos por cada general. Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado. Por lo tanto, al trazar los planes, han de compararse los siguiente siete factores, valorando cada uno con el mayor cuidado:

1. ¿Qué dirigente es más sabio y capaz?
2. ¿Cuál comandante posee el mayor talento?
3. ¿Qué ejército obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno?
4. ¿En qué ejército se observan mejor las regulaciones y las instrucciones?
5. ¿Cuáles tropas son más fuertes?
6. ¿Qué ejército tiene oficiales y tropas mejor entrenadas?
7. ¿Qué ejército administra recompensas y castigos de forma más justa?


Propongo estas siete preguntas de Sun Tzu como agenda de análisis ante la inminente crisis que se aproxima, ante la crisis que tendremos frente al gobiero-patrono que se ha alimentado de las organizaciones jerárquicas que constituyen los partidos políticos que acaparan la mayoría de los votos, y la otra crisis, NUESTRA CRISIS como clase trabajadora que no ha logrado hasta el momento marchar ante la guerra con aquella unidad solidaria que es necesaria para el próximo paso: la lucha sistemática y sabia de los trabajadores que buscan la justicia social.


¿Quién es quién en la lucha por conseguir lo justo…?

De nuevo, Sun Tzu traza el camino, en su Capítulo III, “Sobre las proposiciones de la victoria y la derrota” …y el principio que resume el Arte de la guerra, que la mejor guerra es aquella que se gana sin pelear una batalla:

Un General decía: “Practica las artes marciales, calcula la fuerza de tus adversarios, haz que pierdan su ánimo y dirección, de manera que aunque el ejército enemigo esté intacto sea inservible: esto es ganar sin violencia. Si destruyes al ejército enemigo y matas a sus generales, asaltas sus defensas disparando, reúnes a una muchedumbre y usurpas un territorio, todo esto es ganar por la fuerza.”

Por esto, los que ganan todas las batallas no son realmente profesionales; los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar son los mejores maestros del Arte de la Guerra.


Es decir, la guerra no es un fin en sí mismo, el fin último es la paz que llega por la justicia. No podemos evadir los conflictos sociales, y por esto debemos estar organizados y con ello mostrar la suficiente fuerza como clase magisterial de manera que los enemigos de la educación sepan que no les conviene declararle la guerra a los educadores. Dice Sun Tzu:

…un verdadero maestro de las artes marciales vence a otras fuerzas enemigas sin batalla, conquista otras ciudades sin asediarlas y destruye a otros ejércitos sin emplear mucho tiempo.


En la guerra o conflicto social que nos ocupará la atención, con las crisis y tribalismos que nos encajonan, ¿qué pasará con la Federación de Maestros? Dentro de unos tres meses, los maestros federados votaremos por nuestro cuadro directivo. Debemos estudiar el carácter de los postulantes y conocerlos. Pero, ¿nos conocen ellos a nosotros?; ¿conocen a nuestros enemigos?; ¿a los enemigos internos y externos? Dice Sun Tzu:

Si conoces a los demás y te conoces a tí mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a tí mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a tí mismo, correrás peligro en cada batalla.


Los maestros estamos obligados a conocer porque así nos obliga nuestra vocación. Este es el último premio: La verdad que nos hará libres…

2 comentarios:

Prometeo dijo...

Sea por quien sea que votemos (ya yo tengo mi decisión hecha) la Federación se mantiene como un ejemplo de lo que es un sindicato que practíca la democracia. Aquí por lo menos vemos candidatos por quien votar. Cuando pase todo esto espero que la Federación salga más fortalecida pero si se quiere ver cambios hay que cambiar.

Adelante y éxito.

Elco Lao dijo...

Prometeo:

Hasta el momento, Rafi Feliciano es mi alternativa para la presidencia de la Federación. Pero, no votaré por algunas de las personas que actualmente están en la directiva... Es decir, mi voto será por candidatura...