viernes, 20 de febrero de 2009

En el caso de Aníbal Acevedo Vilá: ¿Quiénes son nuestros héroes...?

Los que han leído el libro “La mafia en Puerto Rico: Las caras ocultas del desarrollo”, del Profesor Luis A. López Rojas, han tenido la oportunidad de detenerse en un período de transición, en el que antes del nuevo lavado de la colonia llamado Estado Libre Asociado (ELA), los “criminales” se organizaban de una forma y luego fueron desplazados para que entraran en el escenario otro tipo de criminales que se organizaron utilizando ese ELA y el plan de desarrollo económico de Teodoro Moscoso.

El profesor López Rojas se detiene en la época en que la mafia italiana invade los espacios hoteleros y de casinos en Puerto Rico, y en Cuba, además de repasar cómo esa mafia traslada sus operaciones de Cuba a Puerto Rico, como consecuencia de la revolución cubana y, termina el libro con una reorganización del crimen organizado a partir del triunfo de una nueva fuerza electoral estadoísta.

Claro, el que se deja “educar” por los analistas políticos de los medios de comunicación masiva, que insisten en que bajo el gobierno de Luis Muñoz Marín el asunto gubernamental se manejaba con unos altos criterios de moralidad y compromiso recto con el pueblo, jamás tendrá la oportunidad de escudriñar que los defectos humanos que ahora existen, han existido también en el pasado.

A muchos activistas en la política partidista les conviene narrarnos la historia distorsionada de sus héroes con el propósito de sostener una organización para llevarla al poder, y desde ESE poder, tener el manejo de las estructuras gubernamentales para asentarse en la impunidad. Así, lo que ordena el gobierno es el desorden social, la injusticia social.

Sin embargo, este esquema mafioso se subordina a otro esquema mayor: la colonia como régimen ilegal en el “ordenamiento mundial”. Es decir, si en Puerto Rico existen o han existido unas organizaciones criminales que tienen acceso al poder gubernamental colonial, el poder de la Metrópoli actúa desde su impunidad al someter a un pueblo al escarnio de la esclavitud política, social y económica, así como lo hacen las mafias… Y junto a este esquema, se cubre el rastro con personajes que pretenden ser los héroes de cada facción, que para unos son los yanquis que vienen al rescate del ataque de los “indios” como aquel cuarto de caballería en las películas de nuestros padres, o para otros un Luis Muñoz Marín, o un Luis A. Ferré, o un Pedro Roselló, o un Aníbal Acevedo Vilá…

En el caso del tribunal imperial que algunos llaman “federal”, según Green, el abogado de Aníbal Acevedo Vilá, su cliente es vanidoso, ingenuo, demasiado confiado y distraído… Esta NO era la imagen que proyectaba ese candidato a gobernador durante el pasado noviembre de 2008…

Cada cual que escoja su héroe favorito, con tal de que le sirva de coartada a los pedagogos del mito de un “ordenamiento” ilegal, que a la larga no pone nada en orden…

p.d.
Escuché por la radio el programa de un “analista” que se distingue por sus constantes refranes, cuando alguien dijo algo así como: “Es mejor ser gallina viva, que gallo muerto…” Todo sea por el maniqueísmo…

2da p.d.
Después del comentario de Tres Pasitos me acordé de Rocío Jurado y una canción donde mencionaba la frase "un payaso vanidoso" y la frase del abogado de Aníbal, Green, que utilizó como "defensa" que Aníbal era un "vanidoso"... ¡Qué defensa...! Pensé que Rocío Jurado podría ser testigo de Aníbal ante el tribunal imperial y testimoniar algo parecido a esto: