Perdí un disco y no lo encuentro… Por eso, choro…

Para Don Segundo y Doña Bianca

Hace unos años, en una crisis personal, decidí buscar terapia con la música, y compraba discos para calmar mi loca mente. Buscaba lo que fuera y en esa época no tenía el beneficio de tener Internet, donde podía escuchar algún pedazo de las piezas antes de comprar el disco, así que escogía discos leyendo sus portadas y en algunos me llevaba buenísimas sorpresas.

Este es el caso de un disco muy extraño que estaba solitario en el escaparate, con una sola copia entre los suyos (música extranjera), que se titulaba “Bach in Bazil”… Era de Bach, ¿qué mejor compra que esa…? Lo que no esperaba era que sonara a veces tan puertorriqueño porque entre los instrumentos se escuchaba uno que parecía un cuatro, el cavaquinho, y me recordaba la instrumentación de la música jíbara, claro con un parecido a la samba además.

El género que escuchaba se llama “choro”, que en portugués se refiere al llanto, y en español es similar al término “lloro”. En nuestra música jíbara había escuchado cuando al cuatrista le pedían un “lloraíto” y este hacía llorar al cuatro como si se estuviese lamentando, sin olvidarme de las famosas “cadenas”, que también es un género de nuestra música jíbara y se cantan como un lamento.

Sin embargo, el “choro” está además vinculado a un ritmo alegre, aún cuando los instrumentos se escuchan lamentándose, y es mayormente un espacio para la música instrumental donde se requiere el virtuosismo de la improvisación por parte de los músicos.

Escuchemos la pieza “Brasileirinho” de Waldir Azevedo, interpretada por Toquinho y Luciana Rabello

Villalobos tomó el “choro” como inspiración para esta pieza interpretada por David Russell:

Mi preferido sigue atado al grupo “Camerata Brasil”, que interpreta la pieza “Chorando Baixinho”:

…y unas de mis favoritas, un concierto para dos violines de Juan Sebastian Bach:

Después que ese disco calmó mis ánimos por mucho tiempo, desapareció de mi discoteca y no lo encuentro. Cuando salga de mis obligaciones prioritarias, saldré en la búsqueda de una nueva copia… para “llorar” alegremente al ritmo del “choro”…