“Creo que alguna vez el mundo encontrará alguna otra vez ideales y encontrará un camino mejor que este capitalismo a ultranza.”
En este contexto es que veo el ambiente que me rodea: uno que ha abandonado la capacidad de soñar con un mundo mejor. A la larga, y a la corta, este espacio de crítica política, que bien pudiese dibujar un “desahogo”, me lleva a ese submundo en el que uno se pregunta: ¿Y qué hacemos ahora…? ¿Hacia dónde debemos dirigirnos…? Después de la queja, ¿qué…?
Como cincuentón y como parte de esa generación que llamamos “baby boomers”, o sea, los que nacimos entre el 1946 y el 1964, reconozco que pertenezco a un sector de la población que es mayoritario, frente a las otras estratas generacionales, obviamente por la explosión de natalidad de ese período… Reconozco ver el mundo distinto a cómo lo ven otras generaciones.
Pero, cuando observo el proceso de envejecimiento de los “compañeros” de mi generación y los de las generaciones anteriores, detecto una especie de desgaste de ímpetu, que algunos relacionan con la edad y con el deterioro de la salud. Obviamente, este deterioro viene acompañado de una especie de freno a las actividades físicas, pero, ¿será lo mismo para las actividades de la mente…?
A veces se dice que en la medida que las personas crecen, se van “convirtiendo” al conservadurismo… Sin embargo, yo no concibo el desarrollo humano de esta manera. Es decir, el DESARROLLO implica una complejidad estructural y alguien que en su juventud estaba convencido o convencida de la importancia de la LIBERTAD, si parte de la premisa del DESARROLLO, jamás podría llegar a una vejez pensando que el ser esclavo es una condición humana que se debe cargar con resignación. Estoy convencido de que EN EL DESARROLLO HUMANO ES IMPOSIBLE LA INVOLUVIÓN… Y este argumento parte de la propia definición de DESARROLLO que requiere “acrecentar, dar incremento a algo de orden físico, intelectual o moral”.
Para llegar de un punto al otro, de la juventud a la vejez, existen dos posibilidades, o la persona SE DETIENE en su crecimiento estructural o SE DESARROLLA. Mi madre describía este estancamiento con un decir muy campesino: “La cabra siempre corre pa’l monte…”
Existen personas que no cambian y por más que aparenten que cambian con sus discursos o que se presenten ante los demás con discursos que parecen de avanzada o que defienden la libertad y los derechos humanos, o el respeto, la igualdad y la dignidad que debemos tener por los demás, esas personas se presentan AHORA y se presentaron ANTES con unas máscaras que escondían su verdadera estructura…
En este sentido, cuando juzgamos los discursos de cada cual, debemos cuidarnos de confundir el pensamiento que ha propuesto tal persona a través de los años (el contenido) y sus cambios como si viniesen acompañados a la vez de un desarrollo estructural, ya que tenemos que hacernos la pregunta obligada: ¿Fulano habla con el corazón en la mano o sólo discursa como parte de un “performance” o acto histriónico…?
Una cosa era leer a Mafalda porque estaba de moda, o porque los “compañeros de lucha” la leían y yo también me la tenía que leer, y otra cosa era leer a Mafalda con la intención de el escuchar como un acto de aprendizaje… Una cosa era cantar canciones de Joan Manuel Serrat porque eran una poesía y se oían bien chévere, y otra cosa era detenerse a escuchar sus letras y meditarlas como un autodidacta que quiere superar las fuentes que le brinda la pedagogía tradicional…
Los que eran de “izquierdas” porque se veían rebeldes ante sus padres, y pensaban que así tenían que ser los jóvenes… jamás estuvieron convencidos de los discursos por su contenido sino porque en su estructura mental e individual sembraron una especie de posición contestataria contra “los viejos”, así como su “nacionalismo” fue contestatario, porque combatía el nacionalismo yanqui, y NO porque creyeran en el respeto mutuo de la diversidad cultural… Así, lo “viejo” y lo “nuevo” sólo lo pueden ver en las diferencias generacionales. O sea, tienen una perspectiva histórica que se limita a mirar desde los abuelos hasta los nietos… ¡A UN PERÍODO DE CINCO GENERACIONES…!
Y si cada generación ocupa unos veinte años, la perspectiva para clasificar lo “viejo” y lo “nuevo” se limita al espacio limitado de un siglo… Si lo observo desde mi generación, entonces el socialismo es “viejo”, porque fue parte de unos regímenes que en Europa fracasaron frente al capitalismo…
Ese límite de perspectiva histórica les impide a estas personas que cambian sus máscaras, pero que mantienen sus estructuras de pensamiento intactas, ver la amplitud que tiene la cultura humana y juzgarían a una persona que defienda las posturas de Sócrates como a un ser anacrónico porque citan a una persona que nació 470 años antes que Cristo, hace aproximadamente unos 25 siglos atrás… Estos enmascarados que ven la historia en su pequeña pecera de un siglo no pueden ver los cambios en la economía a través del tiempo, ni cómo los trabajadores se organizaban en gremios ya para finales de la edad media, o piensan que los políticos que vivieron bajo un mundo regido por monarquías, además de abrazar las luchas libertarias en Hispanoamérica, debieron además abrazar la recién creada ideología marxista, ignorando que antes que surgiera el marxismo, los anarquistas fueron los que combatieron dichas monarquías.
El DESARROLLO implica asumir unas estructuras progresivas donde la próxima etapa es más compleja que la anterior… Lo otro es el estancamiento.
Por eso, el que juzgue al independentismo a partir de los que han lidereado los movimientos de liberación nacional, cometen el error de obviar una condición que NO ha cambiado a través de varias generaciones: que hemos sido una nación subordinada a otra, primero con España y ahora con USA. Nuestra historia se debe juzgar en ESE contexto COLONIAL, y las personas que han tenido algún protagonismo en esa lucha por la libertad, deben ser juzgadas a partir de la visión de mundo que prevalecía en AQUELLA época. O sea, nos tenemos que poner en los zapatos de otros en el momento que juzgamos a nuestros antepasados, de este siglo, y de siglos anteriores.
En ese sentido, las máscaras que utilizan algunas personas que pertenecen a nuestra generación son distintas a las máscaras que utilizaron o utilizan las de otras generaciones… Y esto crea una complejidad en el análisis histórico y generacional a la hora de juzgar el “DESARROLLO”.
Algunos ya no creen en Mafalda, otros como yo, la utilizamos como lectura obligada de reflexión. Aunque Mafalda haya cumplido 50 años, sus compañeritos y ella siguen retratando el conflicto social que aún está vigente, y el conflicto social que regía antes de ella existir… ¿Necesitaré alguna máscara para leer a Mafalda? Antes de que nosotros leyéramos a Mafalda, ya Mafalda nos había leído a nosotros…
Para poder soñar con un mundo mejor, debemos empezar por aprender a calibrar los eventos históricos de manera tal que separemos la Utopía de la fantasía…
8 comentarios:
Decía Víctor Hugo que: "Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura". Los baby-boomers estamos (guárdame el secreto pero me incluyo) en esa etapa de juventud. No podemos perder la memoria, ni la individual ni la colectiva. Sigamos leyendo a Mafalda y escuchando a Serrat. Sigamos creyendo en el viejo grito de "paz y amor" y viendo en el Che mucho más que un rostro en una camiseta. Sigamos con la certeza de que soñar por un mundo mejor no es una moda sino un motivo para vivir.
Siluz:
Tienes una capacidad de síntesis que a veces a mí me falta...
Gracias por tu visita y comentario...
Pensaba que los baby-boomers llegaban hasta el 1964...
La utopía y el pesimismo en su devenir cíclico (o circular) son compañeros de viaje en esta lucha. Saludos
Tres Pasitos:
Tienes toda la razón, en el teclado de números el cinco y el seis están cerquita y cometí ese error... ya corregí la publicación.
Coincido contigo en que la Historia nos presenta unos eventos recurrentes y cíclicos, y entre ellos, el pesimismo se clava en unas generaciones...
Gracias por la fe de erratas, por tus comentarios y tu visita...
Maestro. El buen vino, mientras mas años tiene mejor. Yo estoy en el mismo club.
Elco:
Pues yo no leí mucho a Mafalda. De vez en cuando vi uno que otro dibujo pero lo poco que leí me llevó a que me gustara por su contenido que me ponía a pensar. Yo soy más de la era de "Condorito" ¡¡PLOP!!
Siluz:
Tu secreto está seguro conmigo. ;)
Adelante y éxito.
Don Segundo:
Como decían mis abuelos: "Semos muchos..."
Ahora que lo menciona, pondré a enfriar un vino que me regalaron en Navidades...
Buen provecho.
Disfrutelo.
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