Encontré los siguientes fragmentos en la red:
NOTA ACLARATORIA:
El pasado domingo, 31 de octubre de 2010, cité a Tsun Tzu:
Así pues, lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia. Esta última no es beneficiosa. Un ejército es como el fuego: si no lo apagas, se consumirá por sí mismo.
Y acompañé la cita con la siguiente aseveración:
La contínua consigna de la FMPR, que repiten hasta la náusea es: “No hay victoria sin lucha, ni lucha sin sacrificio…” Es decir: Antes que la victoria, la lucha; y antes que la lucha, el sacrificio… Este es un principio CIERTO, pero la PERSISTENCIA en el SACRIFICIO sin recibir la recompensa de la VICTORIA es lo mismo que regalarle bajas al ENEMIGO, sin tener nada a cambio.
…a la que añadí:
Y, ¿qué se debe pensar de una organización sindical, de cualquiera, que lleva a sus miembros al patíbulo, o la guillotina, sin reservas, en nombre de un “sacrificio” que su liderato NO sufre…?
No rechazo el sacrificio en las luchas por lo justo. Pero, rechazo las estructuras de organizaciones donde los sacrificados son los “soldados” mientras los “generales” no tienen ni un tajito, ni tan siquiera el tajito del calor del taller de trabajo, como cualquier otro miembro de la organización.
En Albizu vimos siempre a la persona sacrificada, y ese sacrificio fue el que afirmó su LIDERATO. En Juan Mari Brás, aunque uno no compartiera todas sus posturas, vimos también al sacrificado, y en ese sacrificio también se afirmó su LIDERATO.
Otra cosa es que los “dirigentes” llamen a la batalla y luego vean los ríos de sangre de sus “soldados” pasar por su frente, mientras se toman una piña colada…
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