La dialéctica implica un proceso democrático. Si las ideas no se confrontan ni se intercambian, entonces prevalece una sobre la otra, una se le impone a la otra, y eso lleva a una educación “bancaria”, donde se pretende echar conocimiento en la mente del otro, como si el conocimiento fuese el dinero, y el otro fuese un banco que cuida el “dinero”, o un “valor” llamado conocimiento…
La educación “liberadora” viabiliza, forma el camino de dos carriles, entre la tesis y la antítesis, para formar una síntesis… Por esto, el educador, si quiere asumir el rol de “liberación”, tiene que estudiar quién es el educando, cómo elabora su imaginario, para captarlo y a partir de esa captación, iniciar el camino hacia el educando y hacerse entender. Es decir, el educador NO se puede hacer entender, si antes no conoce al educando.
Según Paulo Freire: “El punto de partida de la educación está en el contexto cultural, ideológico, político y social de los educandos.”
Dice Freire: “La práctica educativa es siempre una cierta teoría del conocimiento puesta en práctica.” En este sentido, el educador se ve obligado a estudiar lo epistemológico en el otro y en él… si quiere educar en la libertad.
POSDATA:
Para todos aquellos maestros entregados, aquí les dedico en su día, el video de un Maestro que trabaja las 24 horas del día… aún en el día del maestro…
Elco Lao:
ResponderEliminar¡Felicidades en el Día del Maestro!
Salud
Gracias, Segundo...
ResponderEliminar¡Qué bueno saber que estás ahí...!
Con las dolamas pero en lucha.
ResponderEliminarGracias